2 DIC 2020

"El streaming ha venido para quedarse como elemento de promoción, no de recaudación"

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Foto: El futuro del streaming. Escenario virtual creado con "Unreal engine", software que se usa en el desarrollo de videojuegos. 

Esta tarde se ha llevado a cabo la primera mesa abierta al público dentro del primer Encuentro Iberoamericano de Teatros, organizado por Ópera XXI y por OLA, Ópera Latinoamerica. "Las artes escénicas en digital", era el título de este encuento online moderado por Nieves Pascual, coordinadora de Ópera XXI, en el que participaron Natalia Camacho, directora de Producción Audiovisual del Teatro Real de Madrid; Josep R. Cerdà, Director GerenteTeatre Principal Palma de Mallorca; Carmen Gloria Larenas, Directora General del Municipal de Santiago; Ramiro Osorio, Director General del Teatro Mayor Julio Santo Domingo; Silvana Moreno, Directora General del Teatro Bicentenario de San Juan; Ricardo Apezzatto, Gestor Artístico del Theatro São Pedro; Jorge Codicimo, Coordinador General de Comunicación Institucional del Teatro Colón de Buenos Aires, y José Miguel Onaindia , del Auditorio Nacional SODRE. 

Natalia Camacho, directora de Producción Audiovisual del Teatro Real, habló de la puesta en marcha, unos meses antes de la pandemia, de la plataforma digital MyOperaPlayer. La intención era hacer un desarrollo paulatino de la herramienta, pero ante la Covid19, “vimos que era la única forma de que nuestro público consumiese ópera”. Durante este tiempo se alcanzaron los 50.000 usuarios, una cifra que sitúa el consumo de ópera en internet en un 30% del total para ese coliseo. Aunque durante el confinamiento era gratuita, se trata de una plataforma de suscripción que seguirá creciendo. Para ello, es importante trabajar a través de coproducciones, buscar acuerdos con productoras, con televisiones y con otros teatros”. 

Josep Cerdà, director general del Teatro Principal de Palma de Mallorca, también habló del aceleramiento de lo digital que ha provocado la pandemia. Desde el Principal se está trabajando ahora en una plataforma propia a que permita monetizar las retransmisiones. Una forma de llegar al público que lejos de competir con lo presencial, dijo, “nos está ayudando a crear nuevas audiencias, porque ahora que el teatro está abierto está viniendo gente que nunca había venido y tenemos ocupaciones medias mayores que las de antes de la pandemia”. 

Para crecer en lo digital, añadió Cerdá, “la inversión inicial será importante. Al principio no tendemos un volumen importante de audiencia y será algo que irá creciendo poco a poco. Implicará cambio en nuestras estrategias de comunicación. Y ya no nos dirigiremos solo a los espectadores locales. Implica un cambio de paradigma”. 

El Teatro Municipal de Santiago de Chile creó durante la pandemia el ‘Municipal delivery’, una herramienta para llevar a cabo la experiencia streaming. Según su directora general, Carmen Gloria Larenas, “fue una oportunidad para abrir de manera eficiente las barreras territoriales y económicas. Hemos ampliado y diversificado la audiencia y hemos visibilizado a un público al que no habíamos visto tan claramente”. Eso sí, añadió, “hay que superar la brecha digital, porque seguimos sin poder llegar a los lugares vulnerables"

Los espectáculos del ‘Municipal delivery’ tuvieron durante los últimos meses 9.717 plays de promedio. Y el mayor porcentaje de público está en la franja de los 25 a los 34 años, “un dato muy interesante”, recalcó Larenas. 

El caso del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá es singular ya que la propiedad de la institución está vinculada a Caracol Televisión, lo que les permitió que su contenido llegase, según palabras de Ramiro Osorio, su director general, a más de 90 millones de personas. “Hemos aprendido que hay que encontrar un nuevo lenguaje y que tenemos que ver cómo interpelamos a un espectador que no tenemos enfrente”. 

Silvana Moreno, directora general de Teatro Bicentenario de San Juan (Argentina) habló de la necesaria coexistencia del contenido artístico digital con el presencial. “Hay que repensar esta construcción de audiencias, que tienen necesidades diferentes”. También habrá que repensar, a su juicio, a la hora de crear contenidos que se verán en una pantalla. “Porque el producto que vamos a ofrecer desde una manera digital tiene componentes que desde un espectáculo presencial no se tiene en cuenta”. Y, además, estas herramientas permiten que “la audiencia se encuentre con espacios del teatro que no son específicamente el escenario principal”l.

Silvana Moreno indicó que a partir de la temporada 20/21 se “comenzará a monetizar la butaca virtual”. 

Jorge Codicimo, coordinador general de Comunicación Institucional del Teatro Colón Buenos Aires expuso varias iniciativas que cambiarán la forma de consumir el espectáculo operístico. El teatro está construyendo un escenario con pantallas led para filmar miniseries que tengan que ver con los argumentos de la ópera para empezar distribuir a través de medios digitales. Además, el Colón está trabajando con un software, el unreal engine, que normalmente se usa para vídeojuegos. “Así podremos generar un montón de escenografías virtuales de una gran complejidad que no ocuparán ningún espacio”. Eso sí, advirtió, “nada de esto reemplazará a lo que sucede en la sala, pero nos permitirá crear otro tipo de productos”. 

En cuanto a la experimentación por parte del espectador, el Teatro Colón está avanzando en proyectos de realidad virtual. “Queremos que viva cosas nuevas, por ejemplo, situarlo junto al director de orquesta o en el escenario. El Colón ultima también una “experience box gift” que contendrá el libreto de la obra, las gafas para vivir la experiencia virtual a través de un dispositivo y la propia función. Algunas ideas más que apuntó Jorge fueron que “el streaming ha venido para quedarse como elemento de promoción, no de recaudación. No resta público a lo presencial. Ayuda a derribar ciertos mitos sobre la ópera, pero la experiencia en sala es única”.

Por lo que respecta a los derechos de los artistas, Natalia Camacho comentó que “hace unos años los artistas eran reticentes a las grabaciones, pero con el tiempo hemos comprendido que si estás presente, crece tu valoración como artista y tienes una imagen internacional. Antes los derechos podían llegar al 40% del caché, pero ahora ha bajado, porque también ha aumentado el valor que tiene para ellos tener esas grabaciones de tanta calidad”.